concierto auditorio conde duque

La luz de Basinski

Y así seguimos golpeándonos, barcos a contracorriente, devueltos sin cesar al pasado.

F. S. Fitzgerald

William Basinski se presentó sonriente, con un botellín de cerveza en la mano y como dotado de un ritmo vaporoso caminó hasta su mesa situada en el centro del escenario. Detrás del efecto humo, se adivinaba una figura luminosa que brotaba de unos zapatos negros y una chaqueta de lentejuelas. Antes de esto, el auditorio de Conde Duque se había llenado hasta completar el aforo, las entradas de pista estaban agotadas en internet, así que la mayoría estábamos sentados y llenando toda la superficie del suelo de tarima flotante, algunos tumbados. Pronto Basinski avisó al público: vamos a ir a un lugar “out of time”. El ambiente se oscureció y al fondo un haz de luz dibujó la figura hacia la que todos mirábamos.

En su último disco “On time out of time”, William Basinski ha colaborado con el Observatorio de ondas gravitacionales del MIT y ha usado sonidos procedentes del espacio exterior. Estas grabaciones pertenecen a la explosión de dos agujeros negros masivos y que viajaron durante más de mil años hasta ir a parar a un Mac. El simple hecho de hacer mención a ellas significa que ondularon a través de nuestro universo durante todo ese tiempo y que alguien ha sido capaz de significarlas. Mérito de Basinksi.

Cualquiera puede advertir aquí el contraste que se genera entre la inmensidad espacial, con viajes susceptibles de durar mil años y los límites de nuestro cuerpo. Podría valer un homenaje a la pedagogía de lo incalculable que se establece en series como Cosmos, podría ser un viaje por otros lugares, una apología de los límites del conocimiento… pero él mismo avisó al inicio del concierto, iríamos fuera del tiempo. Porque si bien escuchamos sonidos extraños, sus composiciones nunca parecen ajenas. La revelación es que con la manufactura de Basinski ruidos que bien podrían ser interpretaciones erróneas de señales surgidas del espacio exterior suenan familiares, mucho más cercanos que una colisión de dos agujeros negros.

Ese mismo mensaje se traduce en el inicio de Basinski en Madrid y donde se pudo ver una muestra de la aleación de sonidos que es capaz de hilar. Sonidos profundos y reverberados se mezclan en ciclos con cintas rasgadas que nos recuerdan a su gran trabajo y su gran mensaje: la elegía del 11S en Desintegration loops. En la escucha de sus sonidos tienes dos opciones: fingir ser analítico y desconectar, dándote tiempo a frivolizar sobre la propia actuación que estás escuchando, o caer en la emotividad, rindiéndote al loop constante y yuxtapuesto.

Basinski te conduce en círculos y te deja intuir de dónde vienes, pero no reconocer las migas de pan. Por ello, los recuerdos difusos que inventa su experiencia sonora pueden ser vehículo de cualquier pensamiento, pueden ser considerados una arquitectura temporal y replicable. Como tantos recuerdos que asumimos y de los cuales no guardamos una imagen real, tantas ideas invocadas a través del tiempo de las que solo conocemos su estado actual, todas las identidades de las que solamente somos un ciclo posterior. En comparación con otras ocasiones, en “On time out of time” Basinski parece querer conducirnos a un lugar en medio del humo, pero que adivinamos luminoso.

William Basinski en Madrid

Web oficial de William Basinski -> http://www.mmlxii.com/

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